Ramón Torrelledó, hijo del compositor, con el que tantas veces los barruelanos hemos tenido el privilegio de entonar el himno, acompañados por auténticos profesionales como la Orquesta Sinfónica Estatal Rusa.
Barruelo, pueblo minero
de noble y franca hidalguía
baluarte firme y sereno
del trabajo y la hombría
de tus entrañas fecundas,
brota abundante carbón
que es tesoro, que es caricia
que llevamos escondida
muy dentro del corazón.
El Rubagón que lo cruza,
el Carmen y la Pedrosa
son bellezas que cautivan,
y el alma entera fascinan
y sus vistas arrebolan.
Eres Barruelo querido,
el paraíso ideal
y tus nobles sentimientos
siempre dentro de tu pecho
esos nunca morirán.
Rodeado de montañas
y con la sierra por techo
vivirás eternamente
y te llevaré yo siempre
en el fondo de mi pecho.
A ti Barruelo querido,
yo te elevaré un altar
y en mis horas de alegría
yo te cantaré a porfía
el mejor de mi cantar: