En la Montaña Palentina se puede encontrar una vegetación muy variada, contando con varias especies autóctonas que se encuentran en estos bosques en gran abundancia. Entre éstas destacan:
- El roble ocupa grandes extensiones dentro de La Montaña Palentina. En algunos bosques, como La Pedrosa, muchos de sus robles son centenarios. Los excelentes suelos sobre los que se asientan los cultivos se deben en gran parte a la labor de antiguos robledales hoy talados. Los frutos y hojas de roble se utilizan como alimento para el ganado. Su madera, muy apreciada se ha utilizado para la fabricación de muebles, aperos de labranza y la construcción, así como combustible.
Predominan los robles albares y rebollos.
- El haya es otra de las especies predominantes en los bosques de esta zona. Como el roble, su madera dura y resistente se ha utilizado para la construcción de casas y como combustible.
Además de estas dos especies predominantes, podemos encontrar en gran abundancia pinos, abedules, sabinas, sauces, etc.
Hay otras especies que por su originalidad son auténticas joyas: los tejos, acebos, mostajos, quejigos, enebros, agracejos, andrinos y avellanos.
En toda la zona de alta montaña es muy abundante el brezal piornal, además de las escobas y los musgos. También se pueden encontrar muchas plantas medicinales, como la genciana, el té o la manzanilla, y gran variedad de frutos silvestres, como las moras, los ráspanos (arándanos), las fresas o los andrinos.
Entre las flores silvestres podemos encontrar lirios, lirones (narcisos), tulipanes silvestres, gamones y algunas orquídeas y campanillas.
Este valle es un auténtico paraíso de setas y hongos que se pueden encontrar en gran abundancia durante la primavera y el otoño. Destacan las rojillas o senderuelas, los boletos, galampernas, champiñones o la seta blanca de primavera.
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